El HIFU es un tratamiento estético no invasivo que tensa la piel y estimula colágeno sin cirugía. Ideal para combatir la flacidez facial y corporal con resultados visibles y progresivos.
¿Por qué elegir HIFU?
Sin cirugía ni agujas: ultrasonido que actúa en profundidad.
Resultados de 12 a 18 meses: estimula colágeno y elastina.
Ambulatorio: sin baja, retomas tu rutina al instante.
Seguro para todo tipo de piel: tecnología avalada.
Zonas personalizadas: rostro, cuello, papada y más.
Efecto inmediato y progresivo: visible desde el primer día.
Cómo actúa el HIFU en tu piel
Micro-focos de ultrasonido alcanzan la capa SMAS a 1.5-4.5 mm de profundidad.
Calor controlado (65-70 °C) provoca contracción térmica y “lifting” interno.
Neocolagénesis: tu piel regenera colágeno nuevo, tensándose de forma natural.
Sensación durante la sesión: leve hormigueo y calor; 90 % de pacientes lo describe como “molestia tolerable”.
Zonas y objetivos más solicitados
Óvalo facial (definir contorno)
Papada y cuello (reducir flacidez)
Frente y cejas (elevar mirada)
Líneas nasogenianas
Brazos y abdomen posparto
Glúteos y muslos (efecto tensor)
Beneficios del tratamiento HIFU
Rejuvenece sin cirugía ni inyecciones
Activa colágeno y elastina de forma natural
Efecto lifting visible y progresivo
No invasivo, sin anestesia ni reposo
Resultados duraderos (12 a 18 meses)
Útil para rostro y cuerpo
Seguro para todo tipo de piel
Sesiones rápidas: 45–60 min
Resultados que hablan por sí solos
Cuidados post-tratamiento
Hidrata la piel y aplica protector solar SPF 50+ durante 2 semanas.
Evita saunas, ejercicio intenso o calor directo las primeras 24 h.
No masajear la zona tratada hasta pasadas 48 h.
Regresa a tu rutina de skincare habitual al tercer día.